Santa María, Virgen y Madre de Dios - Nuestra Señor de Toda Protección
"Bajo tu amparo", en griego: Ὑπὸ τὴν σὴν εὐσπλαγχνίαν, en latín: Sub tuum præsidium, es el himno a la Virgen María, Madre de Dios, más antiguo que conserva la Iglesia en sus distintas denominaciones. Data del año 250 y es utilizado en la liturgia bizantina, ambrosiana, copta y latina; por ser el más antiguo y de uso universal, lo adoptamos como antífona mariana al finalizar cada hora litúrgica, menos en completa que se respetarán las antífonas marianas propias del tiempo. Igualmente, se cantará al final de la Eucaristía.
Versión en lengua española
Bajo tu amparo nos acogemos
Santa Madre de Dios,
no rechaces las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos de todo peligro,
Virgen gloriosa y bendita.
Versión en lengua griega (siglo III)
Versión en lengua latina (siglo XI)
El mismo se cantará en cualquiera de las tres versiones, en cada Oficio, frente a ícono de Santa María, Madre de Dios.
Oración de Vísperas:
Santa María, Virgen y Madre de Dios, al llegar el ocaso del sol, te
pedimos protejas de todo mal a la Iglesia: Una, Santa, Católica y
Apostólica presente en todas las denominaciones cristianas; y
ruega por toda la humanidad, en todas partes y en todos los
tiempos.
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no rechaces
las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien,
líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
Oración de Completas (en Tiempo del Espíritu Santo: desde Pentecostés hasta la conmemoración del Apóstol Andrés):
Santa María, Virgen y Madre de Dios, ponemos en tus manos esta
Ermita de Emaús. Ruega por quienes vivimos en ella y por
quienes se acercan. Enséñanos a cumplir la voluntad de Dios en
nuestras vidas. Protégenos en esta noche de todos los males.
Acompáñanos en el camino hacia tu Hijo Jesucristo, nuestro
Maestro y Señor. Amén.
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida dulzura y
esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados
hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando, en este valle de
lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus
ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a
Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María.
Oración de Completas (en Tiempo de las Promesas o Adviento: desde el 30 de noviembre hasta el 23 de diciembre inclusive):
Santa María, Virgen y Madre de Dios, ponemos en tus manos esta Ermita de Emaús. Ruega por quienes vivimos en ella y por quienes se acercan. Enséñanos a cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas. Protégenos en esta noche de todos los males. Acompáñanos en el camino hacia tu Hijo Jesucristo, nuestro Maestro y Señor. Amén.
Salve Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles, salve raíz, salve puerta que dio paso a nuestra luz. Alégrate, virgen gloriosa, entre todas la más bella; salve agraciada doncella, ruega a Cristo por nosotros.
Oración de Completas (en Tiempo de Renovación o Cuaresma: desde el Miércoles de Cenizas en la semana de carnaval hasta finalizado el Triduo Pascual)
Santa María, Virgen y Madre de Dios, ponemos en tus manos esta Ermita de Emaús. Ruega por quienes vivimos en ella y por quienes se acercan. Enséñanos a cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas. Protégenos en esta noche de todos los males. Acompáñanos en el camino hacia tu Hijo Jesucristo, nuestro Maestro y Señor. Amén.
Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo que tropieza y se quiere levantar. Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo creador y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel y ten piedad de nosotros pecadores.
Oración de Completas (en Tiempo de Liberación o Pascua: desde el Domingo de Pascua hasta el sábado anterior a Pentecostés)
Santa María, Virgen y Madre de Dios, ponemos en tus manos esta Ermita de Emaús. Ruega por quienes vivimos en ella y por quienes se acercan. Enséñanos a cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas. Protégenos en esta noche de todos los males. Acompáñanos en el camino hacia tu Hijo Jesucristo, nuestro Maestro y Señor. Amén.
Reina del Cielo alégrate, aleluya; porque el Señor a quien mereciste llevar, aleluya; ha resucitado según su palabra, aleluya; ruega a Dios por nosotros, aleluya.
Oración de Vigilias:
Te rogamos, Santa María, Virgen y Madre de Dios, por todos los
monasterios y ermitas de la Iglesia: Una, Santa, Católica y
Apostólica, en las distintas denominaciones cristianas, dispersas
por todo el mundo que a esta hora nos encontramos en vigilia
esperando el encuentro con Jesucristo, tu Hijo, nuestro Maestro y
Señor. Amén
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no rechaces
las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades;antes bien,
líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
Oración de Laudes:
Santa María, Virgen y Madre de Dios, el misterio escondido
desde toda la eternidad se reveló a la humanidad por medio de Ti.
Al mismo Dios que se encarnó en unión sin confusión; anunció el
Evangelio y su consecuencia fue la cruz; pero la justicia divina
triunfó sobre la injusticia humana resucitándolo de la muerte,
celebramos en este nuevo amanecer. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no rechaces
las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien,
líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
Oración de Tercia:
Santa María, Virgen y Madre de Dios que acompañaste en
oración a la Iglesia naciente en Jerusalén, te pedimos que
acompañes en este tiempo y en todos los tiempos y en todos los
lugares, a la Iglesia: Una, Santa, Católica y Apostólica presente en
todas las denominaciones cristianas, en oración para que sea llena
del Espíritu Santo. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no rechaces
las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien,
líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
Oración de Sexta:
Santa María, Virgen y Madre de Dios que estuviste al pie de la
cruz de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Maestro y Señor; te pedimos
recibas a toda la humanidad como tus hijos e hijas. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no rechaces
las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien,
líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
Oración de Nona:
Santa María, Virgen y Madre de Dios acompaña y consuela a
todas las personas que sufren por cualquier motivo en cualquier
parte y en cualquier tiempo. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no rechaces
las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien,
líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
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