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Mostrando entradas de octubre, 2008

Itinerario Monástico - La residencia:

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Según la modalidad de vida por la que optemos así será nuestro lugar de residencia.  Para quienes vivimos en la soledad ese lugar es la ermita.  Los tiempos han cambiado y con seguridad algunas actividades, entre ellas el trabajo, deba desarrollarse fuera de la misma (RB 50).  El lugar de residencia debiera caracterizarse por ser sobrio, austero, acogedor (RB. 32, 33, 52, 66). En él, las monjas y los monjes realizamos la oración, la lectio divina, el estudio (RB 8-19,49), recibimos visitas (RB 53), nos alimentamos y descansamos RB 38-42). Debiera permitirnos desarrollar la mayor cantidad de actividades de la vida cotidiana monástica, invitar al recogimiento y al encuentro con la Divinidad, con nosotros mismos – nosotras mismas y con la Humanidad:  “Un hermano vino al encuentro del abad Moisés, en Scitia, para pedirle una palabra. El anciano le dijo: -vete y siéntate en tu celda y tu celda te lo enseñará todo-“ (Apotegmas de los Padres).  Antes las ermitas y los...

Itinerario Monástico - Carácter inclusivo, ecuménico e interreligioso:

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La vida monástica convoca a hombres y mujeres sin distinción entre las personas. Es una experiencia de vida que surge en las distintas denominaciones cristianas y en las distintas religiones a través de la historia humana (Ef. 2,11-18). En la tradición monástica cristiana surgieron diferentes modalidades: algunas personas viven en soledad (RB. 1,3-5) y es lo que denominamos experiencia eremítica, surgiendo en Palestina y Egipto en los primeros siglos del cristianismo, con las Madres y Padres del Desierto.  Otras lo hacen en compañía de quienes comparten su ideal (RB. 1,1. 6-12). Tal es el movimiento monástico a partir de San Pacomio en oriente y San Benito en occidente. E incluso surgen otras modalidades de acuerdo a los tiempos.  La esencia de la vida monástica, común a todas las manifestaciones y tradiciones cristianas, es la fidelidad radical al bautismo. Una fidelidad que se concreta en la soledad no como aislamiento sino como preparación a la comunión (Mt. 4,1-11; cf. Dt...